Indicadores Macroeconómicos de Contexto CyT – Febrero 2025

Índice

Resumen

  • La publicación del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del INDEC de enero arrojó un alza del 0,6% en la serie desestacionalizada. El PBI cayó un  1,7% en 2024 y deja un piso inercial de crecimiento para el 2025 del 3,6%
  • El PBI creció un 2,5% en el último trimestre de 2024, tras seis trimestres consecutivos a la baja en la serie desestacionalizada. El EMAE de enero todavía se encuentra un 0,9% por debajo del pico de junio de 2022 y en un nivel similar al de marzo de 2023.
  • Sin el efecto sequía el PBI habría crecido un 0,4% en 2023 y habría caído un 3,7% en 2024. Sin la incidencia del sector primario la contracción habría sido aún mayor (-4,2%). Construcción (-17,7%), comercio (9,2%) e industria (-7,3%) fueron los sectores más afectados por la retracción del nivel de actividad. El sector servicios declinó un 2,1% el año pasado.
  • Para 2025, el PBI se proyecta en 841,6 bn$, la inflación promedio anual se incrementa a un 39,0% y la inflación a diciembre alcanzaría el 25,0%. La inflación en dólares suma a fines de marzo 75,8 puntos desde diciembre de 2023.
  • Con la declinación del 1,7%, en 2024 el PBI se sitúa por debajo del nivel que había alcanzado en 2011. La inversión cayó un 17,4% en 2024, mostrando la continuidad del estancamiento de las proyecciones económicas. El indicador se retrajo a un nivel similar al que tenía en 2007
  • El Crédito Vigente (CV) del Presupuesto de la Administración Pública Nacional (APN) cayó un 23,2% real en 2024 y proyecta una pérdida adicional de 17,7 puntos para este año. Con esto habrá perdido 36,8 puntos en dos años y se habrá reducido casi a la mitad desde 2015
  • Los créditos ejecutados de la Función Ciencia y Técnica (FCyT) cayeron un 30,3% real en 2024, por lo que la Función pasó a representar el 0,214% del PBI, el menor valor desde 2004. Para 2025 se prevé que descenderá en términos reales un 22,9% adicional, declinando 54,3 puntos desde 2015 y alcanzando un mínimo histórico en relación con el PBI (0,158%).
  • El 89,8% de la FCyT ejecutada en 2025 son salarios (inciso 1) y becas (inciso 3), contra un 81,8% en 2024 y un 68,1% en 2023, en tanto se observa una creciente sub-ejecución en objetos de gasto como las transferencias, los bienes de consumo y los gastos de capital.
  • La ejecución interanual de la FCyT y del ex MINCyT empeoró durante 2024 y continúa deteriorándose en 2025. La FCyT ejecutada acumulada en 2025 desciende un 32,2% real contra igual período de 2023, en tanto para la ex Jurisdicción 71 la caída es del 37,6%.
  • De confirmarse esta proyección la FCyT alcanzará en 2025 un mínimo histórico, superando el mínimo anterior (2002), cuando representó el 0,177% del PBI. Se encuentra también por debajo de otros mínimos como los de los años 1976, 1984, 1992 y 2019. El valor de 2024 (0,214%) marca la segunda mayor retracción real en un solo año desde que se mide la variable (1972).

Evolución PBI y nivel de actividad

El Informe de Avance del Nivel de Actividad del cuarto trimestre de 2024 del INDEC confirmó la caída del PBI durante el 2024 (-1,7%). El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de enero de 2025 del mismo organismo mostró un avance del 0,6% en la serie desestacionalizada. El arrastre estadístico que deja el 2024 es de 3,6 puntos de crecimiento. Sin la sequía el PBI habría crecido un 0,4% en 2023, en tanto sin el agro el producto habría caído un 3,7% en 2024 (-4,2% sin el sector primario). La proyección para el 2025 es de un crecimiento del 4,5% (en un 80% por efecto arrastre).

El INDEC confirmó la recuperación interanual del cuarto trimestre de 2024 (+2,5%), rompiendo así con seis trimestres consecutivos de caída en la serie desestacionalizada. El PBI comienza el 2025 con un crecimiento del 5,1% contra enero de 2024, que proyectado al primer trimestre muestra un alza del 5,4%. Sin embargo ese crecimiento es casi en su totalidad producto del arrastre estadístico contra el período antecedente (4,8 puntos sobre el total, para el cálculo del primer trimestre).

El EMAE continúa con la mejora del nivel de actividad (+0,6% vs. dic-24), ubicándose un 0,9% por debajo del pico de junio de 2022. El nivel de diciembre de 2024 (150,8), muestra una recuperación de 7,8% respecto del piso alcanzado en abril de 2024, nivel similar al alcanzado en marzo de 2023.

El PBI se contrajo en 2024 un 1,7%. La caída habría sido mucho más severa de no haberse medido contra un 2023 marcado por la sequía. Sin el sector agropecuario la caída en 2024 habría sido del 3,7%, y sin el sector primario (incluyendo, agro, pesca y minería), el descenso habría sido del 4,2%. Los descensos más notables se dieron en la construcción (-17,7%), la industria (-9,2%) y el comercio (-7,3%). Los demás tramos del sector servicios presentaron una caída combinada del 2,1%.

El uso de la capacidad instalada industrial (UCII-INDEC) continúa con su baja debido a factores estacionales, alcanzando el 55,0%, empeorando respecto del mes precedente, y situándose por debajo del nivel de diciembre de 2019. Respecto del pico de agosto de 2022 ha caído un 21,0%, y respecto de hace doce meses mejora un 0,7%.

El PBI target, en la estimación del Informe de avance del cuarto trimestre de 2024, alcanzó los 579,2 billones de pesos (bn$), resultando menor al estimado previamente debido a la evolución del Índice de Precios Implícitos del PBI (207,9%), que fue ligeramente inferior al proyectado previamente (219,9%). Para el 2025 se combina un crecimiento mayor al previsto (4,5%), mayormente por arrastre estadístico y sostén del nivel de actividad alcanzado a fines de 2024, con un incremento de la nominalidad de la economía. Ésta, lejos de mantenerse en el rango del Proyecto de Presupuesto (18,3% interanual, 35,3% promedio anual), muestra la resistencia a la baja de la dinámica inflacionaria, al arrojar una previsión del 25% a diciembre (39% promedio anual). Con ello el PBI para 2025 alcanzaría, según estas proyecciones de crecimiento e inflación, en el orden de los 841 bn$.

La retracción del PBI por segundo año consecutivo exhibe la continuidad de la senda de estancamiento de la economía argentina, en la medida en que el producto se encuentra en 2024 por debajo de la cota alcanzada en 2011. Tras haberse incrementado en términos reales un 94,5% entre 2002 y 2011, la economía decreció un 1,6% en el acumulado de los trece años subsiguientes.

Esta evolución vacilante es el resultado de un estancamiento igualmente marcado en el componente de inversión del producto (Formación Bruta de Capital Fijo), que tras haberse duplicado entre 2004 y 2011, declinó acusadamente hasta 2020. La mejoría del trienio 2021-2023, incluyendo un máximo en la serie de inversión en términos reales en el año 2022, se ve opacada por la declinación del 17,4% durante el año 2024. El valor final de la Formación Bruta de Capital Fijo para el primer año de la nueva gestión significó retrotraer la serie a la cota en la que se encontraba en el año 2007.

Inflación

El lento descenso de la inflación minorista relevada por el INDEC durante el año 2024 implicó un índice de precios implícitos del 207,9%. Para 2025 la variación de precios punta a punta proyectada (25,0%) supone una inflación promedio anual del 39,0%, casi 4 puntos por sobre la estimación previa.

El dato de inflación de febrero (2,4%) mostró una aceleración respecto de enero, proyectándose para marzo una evolución similar. El acumulado del primer trimestre (7,3%) compromete seriamente la pauta proyectada originalmente por el gobierno, en tanto deja una base igualmente alta para el mes de abril. Si bien se prevé la posibilidad de una tenue desaceleración durante el tercer trimestre, las posibilidades de un salto cambiario permiten estimar un reacomodamiento de precios hacia fines de año. Mientras el gobierno proyectaba una inflación a diciembre del 18,3%, promediando un 35% en el año, la economía se está moviendo con un horizonte más cercano al 25% a diciembre (39% promedio).

Dólar

Si bien el gobierno logró mantener el crawling peg del 2% durante todo el 2024, la nueva pauta de variación mensual del 1% desde febrero, proyección que busca la convergencia entre tipo de cambio y variación de precios, luce poco realista, ante la pérdida de reservas y la persistencia de la inflación por sobre el 2% mensual. Las proyecciones de una aceleración del dólar hacia fines de año cobran cada vez más preeminencia. La única forma de sostener el dólar en su sendero proyectado de devaluación del 1% implica un notorio atraso, con repercusión inmediata sobre el nivel de actividad y el empleo.

La devaluación de diciembre de 2023 supuso una caída de 44,1% en el costo en dólares de una canasta de bienes en pesos. Desde ese momento el costo de esa misma canasta se incrementó en dólares un 75,8%, diluyendo con ello gran parte del efecto generado por la devaluación. Esta inflación en dólares presiona crecientemente sobre el tipo de cambio, que se encuentra a apenas 1,7 puntos de los valores de noviembre de 2023, un nivel considerado entonces insostenible. Una aceleración moderada del tipo de cambio durante el 2025 apenas devolverá la relación a valores de dic-24.

Indicadores monetarios

La devaluación y la contracción económica durante el primer semestre de 2024 permitieron la acumulación de reservas y un balance positivo en el mercado de cambios del BCRA. Sin embargo el balance de la institución lleva nueve meses con saldo negativo, habiéndose acelerado esa dinámica en lo que va de marzo del corriente año.

La licuación de pasivos monetarios representada por la devaluación de nov-23 se ha compensado con la evolución posterior de la base monetaria, que se incrementó un 128,4% en dólares desde su piso en ene-24. Interrumpida la evolución positiva de las reservas como contraparte de ese pasivo, proceso que se dio entre abr-24 y jun-24, lo que se ha observado es un lento incremento de la liquidez primaria hasta alcanzar un valor equivalente al 100% de las reservas brutas. Circunstancia que no se daba, precisamente, desde nov-23, y cuyo efecto se ha diluido por completo hoy.

Presupuesto

En 2024 el Presupuesto de la APN cayó un 23,2% en términos reales respecto del año precedente. Esta política de ancla fiscal luce contundentemente agravada en 2025, proyectándose una reducción adicional del 17,7% en términos reales contra 2024. De ser así el Presupuesto de la APN habrá perdido 36,8% en dos años y se encontrará 48,3 puntos por debajo del valor del año base (2015).

La contracción proyectada para este año surge de observar que la ejecución de créditos del primer trimestre (25,8% del Crédito Vigente –CV– de la Administración Pública Nacional) se encuentra apenas por encima de lo previsto en la línea teórica de ejecución (22,2%) del CV. La caída de 17,7 puntos surge de contrastar la evolución proyectada de créditos contra una inflación promedio anual superior al 39%. En caso de darse este escenario el Presupuesto de la APN habrá descendido en términos reales en los últimos cuatro años y en siete de los últimos nueve ejercicios fiscales.

Política económica CyT

Con la confirmación del dato del PBI queda establecida una caída del 30,3% de la Función Ciencia y Técnica (FCyT) del Presupuesto de la APN durante 2024. El CONICET descendió un 17,7% en términos reales. Las proyecciones para 2025 muestran una declinación del 22,9% y el 16,0% respectivamente en términos reales, en línea con la caída del Presupuesto APN (-17,7%).

De esta manera el CONICET tendrá un presupuesto 33,2 puntos reales por debajo del año base (2015). Por su parte la Función CyT contará con un financiamiento 54,3% por debajo en términos reales de los valores de hace diez años.

Tras caer un 30,3% real en 2024, la FCyT representa apenas el 0,214% del PBI (mínimo desde 2004) y caerá un 22,9% adicional en 2025, hasta alcanzar un 0,158% del PBI. Ello implicará alcanzar un mínimo en la serie histórica de la Función, declinando 47,7 puntos reales en apenas dos años.

La ejecución presupuestaria por incisos muestra en el corriente año una concentración casi total en el inciso salarial (inciso 1, gastos en personal), que comprende el 72,8% de los fondos devengados de la Función en el primer bimestre. Los servicios no personales (inciso 3, becas del CONICET principalmente) son el único otro inciso con ejecución relevante y en línea con el requerimiento de ejecución proyectado para el año. Ambos incisos implican el 89,8% de la función ejecutada

El Crédito Vigente 2025 implica una caída pronunciada en el inciso salarial (-26,7%) y las becas (-22,7%), siendo plausible que ambos incisos tenga pequeñas ampliaciones en el curso del año. Por contra, los incisos no salariales (transferencias, bienes de uso y bienes de consumo) se encuentran sub-ejecutados, completando caídas de doble dígito en los créditos previstos para los bienes de consumo y de capital (23,3% y 19,8% respectivamente). La FCyT declinará un 23,3% real en caso de no tener ampliaciones durante el año, siendo factible de todos modos esperar créditos adicionales por hasta un 7% del presupuesto disponible al 28/2 para atender a gastos de personal, que se compensarán casi por completo con la sub-ejecución en otros objetos de gasto.

Política económica CyT – Ejecución

La ejecución acumulada durante 2025 se puede comparar con los devengamientos de igual período de 2023, situándose 37,6 puntos reales por debajo al término del primer bimestre del año para la ex Jurisdicción 71 MINCyT (que incluía al CONICET, MINCyT, CONAE, Agencia IDI y BNDG). Continúan así en la línea de declinación que ya habían mostrado durante el segundo semestre del 2024, habiendo terminado el año con un deterioro en la ejecución acumulada del 38,3% contra 2023.

De igual manera, la variación real de la ejecución acumulada de la Función CyT mostró un continuo empeoramiento hasta alcanzar una retracción acumulada del orden del 34,5% en julio. Desde ese momento se estabilizó, consolidando una variación real anual en 2024 del -30,3% en la comparación interanual de la ejecución de la Función. En el inicio de 2025 la caída interanual de la FCyT durante el primer bimestre alcanza al 32,2% contra igual período de 2023, producto de la combinación de una caída interanual real del 17,2% en el devengamiento acumulado del primer bimestre de 2024 y un deterioro del 18,1% durante el primer bimestre de 2025 en la comparación contra igual período del año anterior. Los guarismos preliminares de marzo confirman esta evolución declinante.

La caída de la FCyT es la segunda mayor en términos reales en toda la serie presupuestaria del indicador, que se remonta al año 1972, siendo tan solo superada por la retracción que llevó a la variable a su mínimo histórico (2002: 0,177% del PBI). La proyección de la Función para el corriente año permite inferir que se alcanzará un nuevo mínimo, por debajo incluso de los pisos anteriores de 1976, 1984, 1992 y 2019. Con ello se revertirá casi por completo un extenso ciclo de crecimiento en el financiamiento público de la ciencia, que se dio entre 2002 y 2015, en el cual la FCyT duplicó su tamaño respecto del PBI, hasta alcanzar su máximo (2014: 0,354% del PBI). La reversión en un solo año de los avances sucedidos entre 2019 y 2023 también es indicativo de la dura realidad del sector.

Fuentes

Próxima fecha de publicación IMEC: 25 de abril de 2025

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