Indicadores Macroeconómicos de Contexto CyT – Abril 2024

Tal como fuera adelantado por el Grupo epc en informes anteriores, se consolida un diagnóstico de caída del PBI del 5,2% interanual en el primer trimestre del año. El EMAE (Estimador Mensual de Actividad Económica) del INDEC confirmó ese descenso para los tres primeros meses del año (-8,4% interanual en marzo). La proyección para el 2024 mantiene escenarios que proyectan una caída del PBI entre el 4,2% y el 5,1%,con un desplome generalizado en Comercio, Industria y Construcción. Por otro lado declinan relativamente las proyecciones de inflación y de devaluación frente al dólar, pero todavía con una variación elevadísima (247%-263% de inflación promedio anual; dólar entre 1300 y 1600 pesos en diciembre). El diagnóstico de Política Económica CyT continúa proyectando una caída en el rango del 25-30% real para la inversión pública en ciencia, en línea con la caída del salario real del sector. La ejecución del primer cuatrimestre de la Función CyT se encuentra 20,9% por debajo de la de 2023. El descenso en la ejecución cuatrimestral de lo que actualmente es la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología alcanza el 97,9% real en comparación con el año anterior.

PBI

Las proyecciones de crecimiento del PBI se mantienen, permitiendo prever una caída del 4-5%, concentrada en el primer semestre del año (la serie desestacionalizada cae un 5,2% el primer trimestre). Ningún sector tracciona al alza, con excepción del agropecuario, que se mide interanualmente contra el período de sequía en 2023. El escenario optimista considera una baja amortiguada parcialmente en el tercer trimestre, con una aproximación a la recuperación interanual en el cuarto trimestre. El escenario pesimista proyecta un horizonte de caída del nivel de actividad a niveles casi pandémicos, sin recuperación posterior. No se prevé ninguna rápida recuperación “en V”, sino más bien un estancamiento en un nivel de depresión económica.

La actividad económica se encuentra en un nivel similar al de septiembre de 2019, en plena debacle de la gestión Macri, nivel que en aquel entonces era el resultado de dos años de descenso abrupto de la economía. Pero ahora en 2024 se arriba a este escenario tras tan solo 3 meses de gestión de la nueva administración Milei. El nivel de actividad moderadamente descendente del período 07-22 a 11-23 ha sido continuado por una caída en vertical en la serie desestacionalizada desde diciembre en adelante.

En este escenario, el PBI caerá de manera más acusada durante el primer trimestre y la recuperación, en caso de darse, será lenta y gradual, llevando a importantes declives durante el segundo y tercer trimestre, a pesar de tener como base de comparación un período marcado por la sequía en 2023. A su vez en el tercer trimestre se comparará contra una economía en fase pre-electoral y que se había recuperado parcialmente del impacto sobre el nivel de actividad provocado por la crisis del sector primario. Según esta proyección el PBI encadenaría a fines de 2024 siete trimestres consecutivos de caída.

El desplome de la actividad es transversal y es el resultado de una serie de decisiones de política macroeconómicas destinadas a enfriar el ciclo económico, con la finalidad de ajustar el balance de la cuenta capital deprimiendo el consumo, las importaciones y la demanda agregada. El nivel general de actividad económica muestra una retracción del 8,4% contra marzo de 2023 y consolida un nivel en el que una vez agotado el efecto estadístico de la sequía no quedará ningún factor que impulse el crecimiento. La variación interanual en marzo muestra que con excepción del sector agropecuario, que se recupera un 14,1% contra 2023, el resto de los sectores tienen caídas, de doble dígito en el caso del comercio (-16,7%), la industria (-19,6%) y la construcción (-29,9%).

El PBI 2024 target continúa descendiendo relativamente, debido a que respecto del mes anterior las previsiones inflacionarias han continuado disminuyendo levemente, al igual que se ha profundizado el diagnóstico de retracción del nivel de actividad. Sin embargo, aún en el mejor de los escenarios el PBI nominal crecerá exponencialmente. Pasará de 189,8 billones de pesos en 2023 a un rango que oscilará entre los 631,38 billones en el escenario optimista y los 653,88 billones de pesos en el pesimista este año. Es sobre esos denominadores que deben calcularse las readecuaciones presupuestarias, en particular enfocándonos en el SNCTI, incluso considerando el escenario de un ajuste fiscal inusitado y una caída real de doble dígito de la inversión pública en CyT.

Inflación

El descenso de la inflación continúa a partir de la posposición de ajustes en precios regulados y anclándose en un tirón recesivo sobre demanda, consumo y salarios, en conjunción con un congelamiento del tipo de cambio poco sostenible en el futuro. En este contexto la inflación promedio anual continúa su marcha declinante, cayendo respecto de proyecciones anteriores 18 puntos en la proyección optimista (de 265,8% hace un mes a 247,2% ahora), y 25 puntos en la pesimista (de 288,3% a 263,1%).

La inflación a diciembre, aun cuando la variación mensual desacelerara hasta alcanzar a fin de año un valor del 5%, conducirá a una inflación promedio anual del 247,2% (-18,6% respecto de un mes atrás) en el escenario más optimista. Esto dará una inflación anual a diciembre del 161,3%. La limitación a un descenso aún mayor provendrá de la dificultad de desacelerar, posponer o impedir simultáneamente la variación del tipo de cambio (ya en situación próxima al atraso cambiario) y los aumentos continuados de precios regulados o vinculados al dólar.

Dólar

El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado en mayo muestra previsiones de devaluación descendentes, sobre todo en sus proyecciones más pesimistas a diciembre de 2024. De todas maneras emerge la dificultad de sostener en el mediano plazo el esquema de crawling peg del 2% mensual proyectado por el ministro Caputo. Tanto en las proyecciones optimistas como en las pesimistas la devaluación debería seguir aproximadamente el ritmo inflacionario futuro para evitar la continuación de la caída del tipo de cambio real. En este sentido ambas previsiones involucran variaciones mensuales del tipo de cambio en el segundo semestre del orden del 6-7% mensual (escenario optimista) o del 8-9% (escenario pesimista) como forma de seguir el ritmo de la variación de los precios, alentar la liquidación de divisas y evitar el encarecimiento en dólares de la economía (pérdida de competitividad).

Durante los cuatro primeros meses del año quedó transparentado que resultará imposible sostener el nivel del tipo de cambio expresado por la pérdida de poder adquisitivo del peso en diciembre de 2023 (tipo de cambio real alto), que llevó el valor de la moneda local 44 puntos por debajo de los guarismos de noviembre. En cuatro meses ya se han recuperado casi 30 puntos, y el mes de mayo va camino a consolidar una suba de otros 5 puntos. Con ello el tipo de cambio bilateral se encuentra a apenas 10 puntos del escenario de noviembre de 2023, lo que indica que se aproxima el momento en el que el gobierno tendrá que optar entre acelerar la devaluación, y con ello los precios, para sostener el tipo de cambio real supuestamente “competitivo”, y con ello convalidar la pérdida de poder adquisitivo del peso, o reprimir la variación del dólar y con ello perder la ventaja competitiva que supuso la devaluación. En el escenario optimista el gobierno logra mantener la ecuación precios/dólar en el nivel actual, ralentizando la devaluación y la inflación lentamente, a costa de una depresión económica. En el escenario pesimista se reinicia el ciclo devaluación-alza de precios en un contexto crecientemente crítico para la economía como un todo.

Presupuesto

El Presupuesto prorrogado lejos de ser congelado deberá multiplicarse por dos, en términos nominales, de aquí a diciembre para seguir con retraso el ritmo nominal de la economía. Si el Devengado de 2023 fue de 38,0 billones de pesos, el Crédito Vigente 2024 (2024cv), tras diversas ampliaciones presupuestarias ya alcanza los 54,8 billones de pesos. Extremando incluso los lineamientos presentados por Caputo, entre 3 y 4 puntos del PBI se obtendrán por contención del gasto presupuestario de la Administración Pública Nacional (APN). Considerando el nivel alcanzado por el Presupuesto en 2023, y aplicando los parámetros de los distintos escenarios del REM (caída del PBI entre el 4,2% y el 5,1% e inflación promedio anual entre el 247% y el 263% en 2024) se obtiene un rango para el Presupuesto de la APN que oscila entre los 105 y los 108 billones de pesos. Esto significa que para cumplir con el escenario de austeridad fiscal del Plan Caputo el Presupuesto de la APN debe duplicarse nominalmente de aquí a fin de año.

El escenario de congelamiento y desarticulación de las capacidades estatales debe parametrizarse de manera correcta, para poder comprender la magnitud histórica y el impacto que supone este proceso de ajuste. Para poder comparar, por ejemplo, la gestión de Macri en 4 años hizo caer en términos reales el Presupuesto de la APN en 11,7 puntos respecto de 2015. El gobierno de A. Fernández, en el balance de la gestión 2019-2023, arroja una caída real de 5,7 puntos, concentrada mayormente en el último año. En comparación, puede verse que el objetivo declarado del nuevo gobierno es hacer caer en términos reales en un solo año 15-20 puntos el gasto de la APN, llevándolo a valores de 2003, y ubicándose con ello entre 33 y 37 puntos por debajo de 2015.

Política económica CyT

Sostenemos el diagnóstico de que dado el carácter históricamente procíclico de la inversión en CyT, ésta caerá más acusadamente de lo que lo hará el Presupuesto. Según el tipo de escenario el Presupuesto de la APN caerá en términos reales un 18-24%, para cumplir con los lineamientos del Plan Caputo. Esto supone, por principio, un ajuste en los tipos de gasto (salarios, gastos de capital, transferencias) que constituyen el grueso de la inversión en ciencia, que se había ampliado notablemente en los años previos. Por su parte, tal como se verifica en el primer cuatrimestre, la caída de la Función CyT rondará el 25-30% en términos reales, pudiendo ser mayor. En el caso del CONICET, cuya estructura presupuestaria históricamente tiene variaciones más moderadas, al alza y a la baja, sostenemos la proyección de que la inversión caerá en el orden del 19-23%, ligeramente por debajo de las variaciones de la APN y de la Función CyT.

La consecuencia de la meta de ajuste fiscal del gobierno entrante significará, para el SNCTI, un retroceso que devolverá a la Función CyT al nivel que tenía en 2019 y durante la coyuntura crítica de la pandemia, perdiendo todo lo recuperado desde entonces. En 2024 se ajustará lo que al macrismo le tomó cuatro años llevar a cabo. Si bien la caída será más atenuada, el retroceso para el CONICET eliminará los importantes avances de los últimos años, que habían dejado al organismo casi al nivel presupuestario de 2015. El proyecto del gobierno implica situar la inversión en ciencia entre 37-40 puntos por debajo de los valores de 2015 y desfinanciar al CONICET mediante una inédita caída de 18-22 puntos reales en un solo año.

La Función CyT se proyecta en el orden del 0,222% del PBI en 2024, tras haber alcanzado el 0,301% en 2023. Si se tiene en cuenta que la inversión pública constituye el principal componente y el driver fundamental de la I+D en la Argentina, esto supone un impacto demoledor sobre el SNCTI como un todo. En términos históricos la evolución de la inversión pública en CyT volverá a mínimos históricos, que el SNCTI solo tuvo en períodos críticos. Tras cuatro años de alza, la FCyT del Presupuesto de la APN volverá a valores propios de 2005, cuando aún perduraba el efecto de la crisis pos-Convertibilidad, o de 2019, cuando la crisis económica y los lineamientos de gestión del gobierno de Macri habían conducido a una coyuntura de depresión económica. Lo notable de esta evolución es la rapidez con la que procede, marcando la retracción más abrupta de la historia de la Función desde que se mide como tal (1972).

En 2023 el 54,82% de la FCyT consistió en sueldos y remuneraciones del personal científico. Al 20/05 los gastos en personal suponen el 68,75% del total ejecutado, lo cual muestra el achicamiento absoluto (real y nominal) de los otros rubros de inversión en CyT. En este sentido destaca la caída nominal en Bienes de Consumo, así como el descenso acusado de los fondos destinados a Bienes de Uso y Transferencias. Absolutamente todos los incisos caen en términos reales. Al momento de este informe ya se ha devengado el 46,75% del Crédito. El inciso que más cae en términos reales es el de Bienes de Consumo cuyo Crédito desciende un 53% en términos reales, pero la media del sector ronda el 37%. En cuanto a ejecución los incisos más sobregirados son los de Gastos en personal y Servicios no personales (Becas y honorarios), que rondan el 55-58% de grado de ejecución, cuando correspondería que se encontraran en un valor cercano al 25%.

Política económica CyT – Ejecución

La ejecución no es pareja dentro de la FCyT. Algunos organismos, notablemente aquellos en los que el gasto en personal y becas es mayor, se encuentran ya en un rango de ejecución cercano al 55-60% del total del Crédito Vigente. Aquellos que han tenido ampliaciones presupuestarias marginales (INTA, CNEA, INTI) se encuentran en un rango comparativamente menor (40-45%), pero igualmente se aproximan al punto en el que requerirán nuevas ampliaciones. Por último la situación de la Secretaría de ICT (ex MINCyT Central) muestra la plena desarticulación de sus programas y actividades, convirtiéndose en un organismo residual que apenas ha ejecutado el 1,43% de su Crédito al 20/05. Esto impacta notablemente en la inversión en equipamiento e infraestructura y en el sostén mediante transferencias del complejo tramado del SNCTI. La situación en cuanto a programas instanciados en las Universidades Nacionales (UUNN) también es crítica, no solo por la sub-ejecución (apenas del 27%), sino por la retracción nominal del Crédito Vigente a una expresión mínima respecto del año anterior..

La variación de la Ejecución de la Función CyT en los distintos organismos y programas que conforman el sistema de CTI muestra que el primer cuatrimestre de 2024 presenta, respecto del mismo período de 2023, una retracción del 20,9% en términos reales. Con la excepción del Banco Nacional de Datos Genéticos, que exhibe un moderado incremento (10,9%), el resto de los organismos cae de manera significativa. El descenso relativamente leve del CONICET se explica en virtud de compararse contra un período de baja ejecución en 2023 (las jerarquizaciones salariales impactaron en junio y octubre del año pasado). La proyección de la inversión en ese organismo apunta a convalidar un descenso a diciembre cercano al 20% real. Otros organismos afrontan situaciones críticas (CONAE, CNEA, Agencia I+D+i), con caídas reales por debajo del 20%, en tanto las UUNN presentan una retracción del 51,8% en la ejecución, pero ningún descenso es tan acusado como el de la Secretaría de ICT (ex MINCyT Central), actualmente en la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros, que cae un 97,9% real.

Para poder visualizar conjuntamente el impacto de este ajuste contrastamos la ejecución por Organismo en el primer cuatrimestre de 2023, consignando los montos devengados en pesos corrientes, con la ejecución del primer cuatrimestre del corriente año. La representación es proporcionada al monto de la inversión por organismo en 2023, expresado en millones de pesos corrientes.

En 2024 la caída real es notoria, pero destaca especialmente el impacto en la virtual desaparición física del ex MINCyT Central, la reconfiguración jurisdiccional y la declinación sistémica de la inversión en todo el sistema, lo que redundará en la desarticulación de las capacidades para llevar adelante actividades científicas y tecnológicas en nuestro país.